Metas y Objetivos Para Trabajar Desde Casa

El éxito está formado por “pequeños éxitos” que vamos logrando día tras día, semana tras semana y mes tras mes. Cuando alcanzamos una meta grande en nuestra tarea, hemos cosechado cientos o miles de pequeñas metas, pequeños éxitos. ¡Cultivémoslos!

“¡Bien, ya me he decidido! Tengo mi ‘sueño’. He organizado mis actividades. He fijado un tiempo y un lugar físico para desarrollar mi ‘nueva’ tarea, para que nadie me moleste ni altere las actividades diarias y propias de mi hogar. He acordado con mi familia los quehaceres domésticos y establecido los horarios para cada labor. ¿Cuáles son las cosas que debo tener en cuenta para trabajar desde casa?”

Primero, identificar los por qué y para qué lo vas a hacer.

Segundo, establecerás tus metas y objetivos. Serán el combustible y la energía que necesitarás para alcanzar tus “sueños”.

Las metas y objetivos, a medida que los vas alcanzando, te acercan centímetro a centímetro, metro a metro y día tras día, irremediablemente, al estilo de vida que deseas disfrutar en el futuro.

“Una de las claves del éxito consiste en saber definir con claridad lo que queremos lograr. Y esto funciona tanto a nivel de empresa, de proyecto o de aspiración personal”. (*)

Las metas que te debes fijar deben ser fáciles y sencillas de obtener. Si pretendes ganar en el primer mes de trabajo extra, dos mil dólares, bueno…, es muy probable que tengas que invertir unos 40 ó 50 mil para ello. Pero… no es tu caso, ¿verdad?

Fíjate metas pequeñas, porque caminar se comienza con un paso. Si tu objetivo es ganar 1.000 dólares extras dentro de un año, trabaja para que en este primer mes de la nueva actividad, puedas obtener 100 dólares. ¿Es mucho? ¿Es poco? Tú lo sabrás medir y evaluar al conocer en profundidad el potencial de tu negocio.

Comienza por algo real, factible… luego tendrás tiempo para grandes logros. Si al cabo del primer mes no alcanzas tu meta, no importa, estás mucho más cerca que si no lo hubieses intentado. Corrige, revisa tu situación nuevamente, busca dónde puede estar el error y retoma tus fuerzas. Enfócate en tus objetivos. Visualiza tu sueño. Míralo, concéntrate en él y luego, ¡nuevamente a la carga!

Esto es así. Tú no tienes un jefe o un gerente que te está diciendo u reprochando aspectos de tu nuevo trabajo. Tú eres el dueño. Tú eres el jefe. Tú eres el gerente. Ponte en sus lugares… ¿No crees que ellos también tenían objetivos por cumplir a través tuyo? Las excusas hay que dejarlas a un lado.

Tú estás comprometido con “tu sueño”, a él se debe tu esfuerzo.

“Comprometerse es ponerse en sintonía con otra persona, con un objetivo de modo responsable y adulto. Comprometerse y ser responsable no es, ni más ni menos, que ejercer nuestra propia libertad”. (**)

Tú debes creer en los objetivos y metas que te has fijado, ésta es una condición indispensable para que tu subconsciente se esfuerce en conseguirlos. ¿Tienes momentos de flaqueza y de desaliento? Vuelve a tu sueño. Piensa en él; haz de cuenta que ya lo tienes, que ya lo has alcanzado. ¿Cómo te sientes ahora? Lindo ¿verdad?

Es el fruto por lo que tanto has luchado, pero… vale la pena.

¡Claro que vale la pena!

Así que, amiga, amigo, te animo a que continúes concentrado en aprender de aquéllos que ya tienen éxito, copia sus fórmulas, sus actitudes, aprende a manejar sus herramientas y estrategias y… ponlas en acción.

Hasta la próxima.

Saludos.

(*) (**) “Establecer Metas ¡Y alcanzarlas!, Jack Lawson, Ediciones Obelisco, Barcelona, España, págs. 13 y 39.

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